Despedimos hoy a Antonio y María, después de más de 50 años al servicio de la parroquia de San Lorenzo Mártir.
Damos gracias a Dios por sus muchos años dedicados a esta pequeña parte de la Iglesia de un rincón de Valencia.
Y les deseamos, que una vez instalados en su pueblo natal, reciban al Espíritu Santo para que les guíe y acompañe hasta el Padre.